Por: Gabriela Segovia
Como ya todos sabemos -
Dentro de los múltiples eventos que esta ocasión ha gatillado al rededor del mundo, quisiéramos destacar uno al que la actriz asistió en particular: uno de los photocalls en Londres.
Estamos todos de acuerdo en que Angie tiene una trayectoria enorme de éxitos en la pantalla grande -y es por una razón, pues no por nada está catalogada como una de las mejores actrices de Hollywood- pero algo acerca de su outfit nos hace pensar que, quizá, se tomó demasiado enserio su rol de villana.
¿No se te ocurre nada? Fíjate bien...
No, no es un reflejo de la luz, o una mancha en tu pantalla. Sus Christian Loubutin tienen sangre. Bueno, quizás no sangre de verdad, pero aún así...
¿Qué harías si de pronto vas caminando y ves sangre en tus tacones? Al parecer para la actriz no fue un problema, pues seguramente formaba parte de su intención por mantener el aire de Maléfica vivo ante los medios. De hecho, Louboutin los diseñó especialmente para ella -y especialmente para la ocasión.
Ahora, si viésemos la pieza sola, no estaríamos tan seguros de que hayan sido un acierto en el aspecto fashionista. Sin embargo, no podemos evitar derretirnos con el hermoso Versace que utilizó para acompañarlos -acompañarlos, pues los zapatos definitivamente se robaron la atención esta vez. Angelina, elegante como siempre, logró combinar su atuendo perfectamente, haciendo que el calzado casi tuviera sentido. De hecho, si los miramos de frente, se ven perfectamente normales.
Además, no podemos evitar amar el detalle del material plástico añadido a los costados, una de las tendencias más emergentes desde hace ya varios meses.
Sin embargo, solo un par de días después, Jolie llegó a un photocall en la ciudad de parís utilizando los mismos zapatos, pero en versión oscura:
Oooookay, Angie. Técnicamente, seguirás luciendo maravillosa... Pero, ¿dos veces el mismo truco? Quizá sea demasiado.
Pero no importa: Angelina Jolie podría presentarse luciendo una armadura medieval y aún así se vería magnífica. Pero, si algo nos queda claro, es que difícilmente alguien más podría lograr esa maniobra.
Siempre tengan presente que, si a alguna de nosotras se les ocurriera llegar a una fiesta con sangre en los tacones, lo único que ganarían sería una interrogación de la PDI.
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