Por: Gabriela Segovia
Desde que tengo memoria, me considero una fanática de las faldas largas. Claro, los estilos eran distintos, y es que cuando era muy pequeña, el tipo de faldas largas que me gustaban eran más como....
Así. Sin embargo, mis gustos -al igual que las tendencias- fueron evolucionando. Quizá haya algo sobre una falda al tocar mis talones que se relacione con mi amor por los vestidos largos y clásicos, no lo se... Pero lo que sí sé, es que no hay nada como uno de estos modelos combinados con zapatos de plataforma alta, una chaqueta de cuero y una polera básica arriba. Te da un look inigualable: algo entre un toque romántico y femenino, pero a la vez rockero y despreocupado.
Personalmente comencé a utilizarlas en el verano. A pesar de que siempre me llamaron la atención, siempre tuve cuidado al momento de elegirlas, pues hay distintos modelos y -como todas deberíamos saber- no todos le vienen a cada tipo de cuerpo. Pero una vez que tuve mi primera maxi-falda, éramos inseparables. Recuerdo que mi madre me decía "pareces salida de una película de la Primera Guerra Mundial", pues le llamaba la atención ese toque formal y clásico que puede darle a un look. Y es cierto, tampoco querrás parecer una pintura salida del siglo pasado; es por eso que debes saber cómo y con qué combinarlas.
En verano...
¡O en invierno! Mi parte favorita...
Y es que eso es lo más fascinante acerca de estas maxi-faldas: puedes llevarlas en invierno, con apenas una camiseta y un par de accesorios, o también en invierno, combinándolas con botas o botines y un abrigo o chaqueta arriba.
¿Te animas?
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